Hoy pudimos visitar una muestra de Belenes del mundo que está expuesta en el edificio del Obispado de Ourense. Van algunas fotos de una interesante exposición....
Belén (Europa). Autora Maite Vázquez |
Pero puestos a escoger Belenes, el preferido de casi la totalidad de la redacción del blog es el Belén de Arturo Baltar que se exhibe en la ciudad de Ourense. Es un símbolo de la Navidad en Ourense y del patrimonio etnográfico ourensano.
Más de un centenar de figuras de barro cocido configuran el curioso Belén de Baltar. Es quizás uno de los más hermosos de Galicia, tanto por su composición como la temática: una fotografía del Ourense de otro tiempo. Más allá de la temática religiosa, aquí encontramos los juegos de la plaza, el fotógrafo ambulante, las labores del campo, la taberna, el horno, los habitantes de los caminos…
Todas las figuras son obra del artista Arturo Baltar (1924-2017), quien en 1967 lo comienza por encargo de la Asociación de Belenistas de la ciudad. Lo que en un principio era solo la escena tradicional del nacimiento fue creciendo año tras año con nuevos elementos, hasta que en 1980 se decide restaurar la capilla de San Cosme y San Damián para acogerlo de forma permanente.
Desde 1982 el conocido como el "Belén de Baltar" se encuentra ubicado en la Capilla de San Cosme y San Damián, en la plaza del mismo nombre del casco histórico de la ciudad de Ourense. Este Belén se compone de figuras de barro cocido que muestran las edificaciones y personajes populares más prototípicos del primer cuarto de siglo en la provincia de Ourense. Complementan la obra murales del pintor Xaime Quessada y tablas y friso pintadas por Virxilio.
tomado de https://www.turismodeourense.gal/recurso/espacio-expositivo-arturo-baltar/ |
tomado de https://www.turismodeourense.gal/recurso/espacio-expositivo-arturo-baltar/ |
tomado de https://www.turismodeourense.gal/recurso/espacio-expositivo-arturo-baltar/ |
La Capilla de San Cosme y San Damián, es una pequeña iglesia con portada de estilo renacentista y que fue fundada en 1.521 por el cirujano Juan Lérez. En la fachada aparecen los santos médicos sedentes en su fachada; pero, asimismo, en su desaparecido altar barroco figuraban sus imágenes, hoy conservadas y ubicadas en hornacinas del retablo mayor de la iglesia de la Trinidad de nuestra ciudad (González MA. El retablo desaparecido de la capilla de San Cosme de Orense: Trazas y Contrato. 1690. Notas de Patrimonio Auriense, 2012: 35)....[...]
Los santos Cosme y Damián, médicos de profesión, nacieron en Arabia en el siglo III d.C. Se cree que eran hermanos gemelos y tanto ellos como sus otros tres hermanos perdieron a su padre cuando eran pequeños. Su madre, una mujer de grandes virtudes cristianas, los educó en la fe cristiana.
Se los considera patronos de los médicos en general (junto con Lucas el Evangelista) y de los cirujanos en particular, de los farmacéuticos (junto con Santiago el Mayor), y de los barberos (junto con Catalina de Alejandría y Martín de Porres). Para la Iglesia ortodoxa forman parte de los santos anárgiros.
La tradición oral relata que ambos hermanos ejercieron siempre su profesión sin cobrar a los enfermos (eran ἀνάργυροι, anárgiros o enemigos del dinero). Uno de sus milagros más conocidos fue el trasplante de una pierna a un enfermo, la pierna de un criado negro muerto poco antes.
El Milagro de San Cosme y San Damián Asistidos por un Angel ( Maestro de Stettener. Siglo XVI. Wurttembergischen Landesmuseum, Stuttgart). Tomado de https://historiaymedicina.es/el-milago-de-los-santos-cosme-y-damian-patronos-de-la-medicina/ ) |
Nos cuenta la tradición que ambos aprendieron medicina en Siria, y que ejercieron esta noble profesión en Egea (hoy Ayás), Cilicia. Allí aplicaron sus conocimientos médicos tanto a personas como a animales y con gran pericia curaban las enfermedades. Muchas veces cuando todo les fallaba, su fe en Dios y sus virtudes cristianas demostradas en su actuar médico, les ayudaba a continuar con su deber médico. Esta forma de actuar atrajo a muchas personas deseosas de curarse, fuesen estas cristianas o no. De hecho, muchos de sus pacientes no creyentes se convirtieron a la fe cristiana después de su curación.
Los hermanos vivieron en tiempos del emperador Diocleciano (284-305), uno de los mayores perseguidores que ha conocido la historia del cristianismo. En esta época, Lisias, el gobernador de Egea, estaba bajo órdenes estrictas de Diocleciano de neutralizar a los cristianos. Por ello, siguiendo el edicto en contra de los cristianos decretado por Diocleciano, Lisias les dio la opción de negar su fe o morir. Los hermanos fueron sometidos a toda clase de torturas, físicas y morales, y fallecieron por decapitación.
Posteriormente, a lo largo de los siglos, se les han dedicado numerosas iglesias en el mundo y se crearon cofradías para recordar sus buenas obras y pedirles su intercesión.
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