(Dibujo de Castelao: "La última lección del maestro")
Hoy 27 de diciembre se celebró en Trasalba-Amoeiro-Ourense un homenaje a los maestros ourensanos represaliados por el franquismo, uno de los colectivos profesionales más castigados en aquellos días terribles. El acto estaba promovido por los concellos de Amoeiro, A Peroxa, Coles, Vilamarín y Ourense y en el mismo colaboraba también la Facultade de Ciencias da Educación del Campus de Ourense (y más en concreto el profesor Xosé Manuel Cid, uno de los especialistas investigadores en el Magisterio ourensano en la Segunda República<; ver una entrevista en http://duvi.uvigo.es/index.php?option=com_content&task=view&id=3055&Itemid=41 ).
En los años previos a la sublevación fascista de 1936, el colectivo de maestros llamado “Agrupación de Trabajadores de la Enseñanza de Ourense”, conocido por las siglas de “ATEO”, agrupaba a los maestros más innovadores e inquietos, casi todos ellos vinculados a posiciones muy progresistas con militancia socialista, galeguista y comunista. Fue un colectivo especialmente represaliado.
Hubo maestros represaliados en todas las zonas de la provincia, desde Amoeiro hasta A Mezquita o Bande, pero tal vez una historia que siempre nos ha sobrecogido -porque la pudimos oir de viva voz de uno de los familiares- es la del maestro José Luis Bouzas asesinado en los primeros días de la Guerra. Era natural de Allariz, pero estaba en aquellas fechas trabajando como maestro en la localidad de Flariz (Monterrey). Detenido por la Falange de la zona de Verín, lo mataron quemándolo vivo en el lugar conocido como A Poula do Martiño, en Pentes-A Gudiña. Fue asesinado, junto con otros “paseados”, en el contexto de la brutal represión llevada a cabo por los fascistas en esta localidad ourensana de A Gudiña, en la Terra das Frieiras, la zona suroriental de Galicia y que fue la que más va a tardar en caer bajo las fuerzas golpistas.
Por lo que sabemos, los restos de José Luis Bouzas están enterrados en Pentes, pero según los expertos en la represión y en la historia local (Xulio Prada, Dionisio Pereira, Xosé Rodríguez Cruz..) en A Poula do Martiño es posible que haya fosas con restos de personas ejecutadas.... Dicho lugar (ya un nuevo Lugar de Memoria) queda muy cerca de la ruta de la Plata "Jacobea".
Ignoramos si éste era uno de los lugares programados para exhumación de víctimas por el proyecto interuniversitario "As vítimas, os nomes, as voces e os lugares", dedicado a investigar desde 2006 la represión en Galicia durante la Guerra Civil y el franquismo. Lo cierto es que a partir de 2010, la Xunta ha retirado a dicho proyecto el 90% de las subvenciones para investigar la represión franquista, según informa la prensa (EL PAIS, ed. Galicia, 23/12/2009). Galicia, 2010, Ano Xacobeo.
Mientras tanto siete comunidades autónomas van a firmar un convenio de colaboración con el Ministerio de Justicia, dirigido por el ministro gallego Francisco Caamaño, para elaborar un mapa de fosas de la Guerra Civil y la dictadura. Las Comunidades Autonomas que tienen previsto firmar ese convenio son Cataluña, País Vasco, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y Cantabria. Galicia no firma. Entendemos que este tema no le interesa al gobierno actual de la Xunta. Con esta iniciativa se avanzará en la atención a la demanda histórica de muchos ciudadanos que aún desconocen el paradero de sus familiares, desaparecidos durante la Guerra Civil y la dictadura.
El filósofo Reyes Mate, premio nacional de ensayo 2009, escribe hoy en "El País" un artículo que titula "Lorca, un desaparecido", en el que como siempre hace este autor, traza magistrales reflexiones sobre el tema de la fosa de Federico García Lorca y las situaciones de desaparición forzosa por motivos políticos. Extraemos del artículo unos párrafos con el que terminamos esta entrada de hoy:
"La desaparición forzada es por definición un crimen que no prescribe o, como dice el derecho, "un delito permanente de detención ilegal", de ahí la responsabilidad de los jueces actuales en investigarlos para depurar responsabilidades. Eso significa que no hay que renunciar a la exhumación si se dan las condiciones que la hagan posible. Lo nuevo, sin embargo, en el debate sobre la "memoria histórica" -por cierto ¿por qué no llamarla memoria política, que de eso se trata? ¿acaso hay alguna "memoria a-histórica?- es el punto de actualidad que conlleva el desaparecido. Por supuesto que toda víctima es actual en tanto en cuanto no se le haga justicia, pero la vigencia del desaparecido añade un elemento nuevo: la contemporaneidad de lo anacrónico, la actualidad del momento en que desapareció. Somos contemporáneos del momento en que se paró el reloj biográfico de la víctima. Si no contamos con ese pasado, no estaremos a la altura de nuestro tiempo" (Reyes Maye, 2009).
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Lorca/desaparecido/elpepuopi/20091227elpepiopi_5/Tes